martes, 12 de mayo de 2009

Alfabetización Informacional en Bibliotecas


La Alfabetización Informacional se puede definir como la capacidad de usar la información de manera significativa en todos los aspectos de nuestra vida. Es una herramienta esencial para la adquisición de competencias en información, así como para el desarrollo, participación y comunicación de los ciudadanos. Se hacen necesarios conocimientos sobre el acceso a la información y su uso eficaz, crítico y creativo.

En las declaraciones de PRAGA, 2003: “Hacia una Sociedad Alfabetizada en Información”, se pone énfasis en que la ALFIN abarca el conocimiento de las propias necesidades y problemas con la información y la capacidad para identificar, localizar, evaluar, organizar, crear, utilizar y comunicar con eficacia la información para afrontar los problemas o cuestiones planteadas; es un prerrequisito para la participación eficaz en la Sociedad de la Información y forma parte del derecho humano básico al aprendizaje a lo largo de toda la vida y que junto con el acceso a la información esencial y el uso eficaz de las tecnologías de la información y la comunicación, juega un papel de liderato en la reducción de las desigualdades entre las personas y los países, y en la promoción de la tolerancia y la comprensión mutua gracias al uso de la información en contextos multiculturales y multilingües, por lo que los gobiernos deben desarrollar programas pujantes de promoción de la AlFIN en todo el mundo como un paso necesario para cerrar la brecha digital por medio de la creación de una ciudadanía alfabetizada en información, una sociedad civil eficaz y una fuerza de trabajo competitiva.

De igual forma, en la declaración de Alejandría sobre la Alfabetización Informacional y el Aprendizaje a lo largo de la Vida (2005). “Foros para la Sociedad de la Información”, se señala que la Alfabetización Informacional se encuentra en el corazón mismo del aprendizaje a lo largo de la vida. Capacita a la gente de toda clase y condición para buscar, evaluar, utilizar y crear información eficazmente para conseguir sus metas personales, sociales, ocupacionales y educativas, que además constituye un derecho humano básico en el mundo digital y promueve la inclusión social de todas las naciones.

Para nadie es un secreto que actualmente el ciudadano interactúa con personas y máquinas intercambiando datos e información en cualquier formato, lo que implica que las habilidades de lector-escrituras, es decir, la alfabetización tradicional ya no es suficiente, lo que conlleva a nuevos tipos de alfabetizaciones múltiples y continuas que envuelve una cultura literaria, numérica, informática, grafica y por supuesto informacional, de modo que, se este en la capacidad de leer e interpretar textos, cifras, cuadros, gráficos, usar aplicaciones elementales de un computador y buscar, manejar, evaluar, aplicar la información; por otra parte, la continuidad vendrá dada a lo largo de toda la vida, donde se refleja la cotidianidad, logros educativos en las etapas formales y no formales de la educación, permitiendo la inclusión y participación social de la colectividad.

En tal sentido, las bibliotecas cumplen un papel mediador y facilitador del aprendizaje de los individuos, trabaja en equipo, colabora y coopera con otros colectivos y sirve como herramienta de educación no formal en diferentes espacios comunitarios, haciendo conexiones, con sus materiales informacionales en cualquier formato, tales como: colecciones bibliográficas y no bibliográficas, mapotecas, CD, videos y la experiencia de su personal en la formación de usuarios y la educación lectora.

Por todo ello, las bibliotecas, los centros de información y educativos deben diseñar y poner en práctica actividades de formación de manera eficaz y en coordinación con las instituciones responsables de la provisión de formación en las competencias básicas, entendiéndose por competencia la capacidad de poner en práctica de forma integrada, en contextos diferentes, los conocimientos, habilidades y características de la personalidad adquirida, que Incluye saberes teóricos, habilidades prácticas aplicativas.

Tomando es cuenta la clara definición de la ALFIN que la señala como la capacidad de usar la información de manera significativa en todos los aspectos de nuestra vida y considerando a la AlFIN como la nueva filosofía de las Bibliotecas Públicas, por ser sus componentes un contenedor de información, es decir, es la Formación de Usuarios (actividades pedagógicas dirigidas al uso optimo de los recursos y mecanismos informativos, espacio físico de la Biblioteca o fuera de ella, visitas guiadas), es la Instrucción Bibliográfica (manejo de las fuentes de información, bibliografía, documentos, currículum escolar y académico, otros) y es la Alfabetización Digital (manejo de las infraestructuras técnicas, habilidades para usar las aplicaciones informáticas y solicitar la tecnología de la información cuando se necesita, y fundamental para moverse por la actual sociedad de la información).

Autor: Albis Briceño

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